Apoderamiento, Descolonizacion, y Democracia Sustantiva: Afinando Principios Etico-Politicos para las Diasporas Afroamericanas de cara a los desafíos del Milenio!

por Agustin Lao-Montes

“El problema del siglo XX es el problema de la línea de color”, declaraba a principios del siglo pasado el eminente intelectual Afroamericano WEB DuBois. Dicha celebrada máxima probo ser profetica y reveladora tanto de la centralidad de la cuestión racial y del problema del racismo en los dramas principales de la época, como de la importancia protagonica de la agencia histórica de los pueblos y poblaciones Africanas y Afrodescendientes en los desarrollos mas importantes del mundo moderno sobre todo en las gestas por la libertad y la igualdad que son los valores orientadores de cualquier proyecto de justicia y democracia. Hoy, en los umbrales del siglo XXI, luego de las luchas de independencia que lograron la descolonización formal de Africa y el Caribe, posteriormente al movimiento de los 1960s-70 por los derechos civiles y el poder negro cuyo eje fue en los Estados Unidos pero que tuvo envergadura e influencia histórico-mundial, y despues de la conferencia mundial en contra del racismo y otras formas de discriminación celebrada en Durban, Surafrica en el 2001; cuando celeberamos el Agno International de los Afrodescendientes; la cuestión étnica y el problema de la desigualdad y discriminación racial todavía se cuentan entre los retos principales para un proyecto de sociedad donde primen la equidad real y la democracia sustantiva.

En esta presentación intentare abordar una pregunta clave para este panel que es; cual es el poder de la diáspora hoy en las Américas?; desde una optica tanto histórica como global. Esto implica revisar nuestra memoria histórica colectiva y la definición misma de diáspora. Hay dos angulos principales desde donde dirigir dicha mirada que juntas dibujan dos historias entrelazadas, una de dominación y opresión en relación a otra de apoderamiento y liberación. La palabra griega diáspora significa dispersión lo que evoca una larga historia de desarraigo, destierro, desplazamientos forzados, y sobre-explotacion. En este sentido las historias que construyen y los hilos que atan a la diáspora Africana como una población transnacional estan directamente relacionados a la institución de la esclavitud y la permanencia luego de la abolicion de desigualdades en la distribución de riqueza, exclusión social y politica, y desvalorización cultural de los sujetos Africanos y Afrodiasporicos. El duro drama del desplazamiento forzado que viven cotidianamente un porciento considerable de los Afrocolombianos es signo de continuidad con un largo proceso de dispersión y destierro que comenzó con la trata esclavizadora y que continua hasta hoy dia como resultado de una pluraridad de procesos (guerras, genocidios, crisis económicas y ecológicas) que crearon una condición estructural en el sistema-mundo moderno que mantiene a Africa como un continente en perpetua pobreza a pesar de sus inmensas riquezas humanas y de recursos, y a la mayoría de los Afrodescendientes en una situación de desigualdad económica, discriminación racial y cultural, y falta de poder político. Considero importante el resaltar estas conexiones con Africa que no son simplemente culturales sino que mas bien apuntan a la relación entre la inclusión subordinada del continente Africano a los poderes imperiales occidentales con el largo camino de sobre-explotacion y desigualdad económica desde la esclavitud de plantacion hasta hoy dia. Esto es lo que llamamos racismo estructural, el cual también tiene sus dimensiones institucionales y cotidianas. Pero la diáspora Africana tambien se puede visibilizar desde otro angulo, o solo nos veriamos como victimas y no como creadores y hacedores de historia.

La diáspora Africana es una de las fuentes mayores de creación cultural, y de democratización de la sociedad, la economía, y la politica en el planeta. En esta narrativa que ve la diáspora Africana como una modernidad alterna a la Eurocentrica dominante, hay momentos claves como los fueron la revolución Haitiana de cambio de siglos 18 al 19, donde el accionar de las y los Afrodescendientes ocuparon el escenario central de cambio a nivel no solo local pero también a escala mundial. Las gestas libertarias de los cimarrones y de los esclavizados en las plantaciones, encabezaron la revolución social mas profunda de la época ya que abogo a la misma vez contra el colonialismo y la esclavitud, y a favor de la construcción de una nueva nación con ciudadanía plena para los Afrodescendientes. Esto implico una profundización del proyecto democrático de la revolución Francesa a la par con una visión y una practica propia de libertad acunada al fragor de las luchas por la emancipación. Esta suerte de localizar las luchas y las creaciones culturales de los Afrodescendientes tanto en el centro de los escenarios nacionales y regionales como mundiales es una de las tareas principales de los que le llamamos la descolonización de nuestra memoria histórica desde un punto de vista Afrodiasporico.

Dicha descolonización requiere nada mas y nada menos que revisar a fondo como vemos y entendemos los momentos críticos, quienes son los actores principales y las historias que cuentan y se deben contar, y cuales son las fuerzas que mueven e l pasado y el presente, y por ende cuales son los horizontes posibles para el futuro. Dos hitos fundamentales para entender el significado histórico-mundial de Africa y la diáspora Africana en el periodo posterior a la segunda guerra mundial son los movimientos de liberación nacional de los 1950s-1960s en el continente Africano y el Caribe, y el movimiento por los derechos civiles y el poder negro de los 1960s-1970s cuyo eje de acción fue en los Estados Unidos. Los llamados movimientos por la liberación nacional de Africa y el Caribe le dieron fin al colonialismo político formal de los imperios europeos, y cultivaron ideales de independencia politica y económica, junto con una búsqueda de unidad y orgullo cultural pan-Africano. En este contexto se forjo un nuevo pan-Africanismo cuyas voces y propuestas mas criticas y lucidas aun siguen vigentes, como la tesis de Amilcar Cabral sobre la necesidad de fomentar una cultura de la liberación, la distinción que establecio Franz Fanon entre mera independencia nacional y verdadera liberación nacional, y el análisis de Kuame Kruhmah sobre el peligro del neocolonialismo (económico, político y cultural) luego de la descolonización formal. En el terreno de lo cultural cabe destacar los encuentros entre Africa y Afroamerica como los realizados en Senegal en 1963 y en Argelia en 1975 que fueron parte de una suerte de re-identificacion entre el continente Africano y la diáspora cuyos frutos todavía los vemos en la reciente resolución de los países Africanos declarando la diáspora como quinta región de la unión Africana. Pero sin dejar de reconocer la enorme importancia de las independencias formales de Africa y el Caribe, es también importante señalar que los problemas de hambrunas, genocidios, y desigualdades crasas que vive el continente Africano hoy dia son en gran medida resultado tanto de los legados coloniales como de elementos significativos de continuidad en la dependencia económica estructural en conjunto con la subordinación politica a los poderes occidentales. Para anadir insulto a la injuria, esta situación alimenta que el imaginario racial occidental todavía considere Africa como un continente atrasado y primitivo en relación a los ideales desarrollistas que emergieron como criterios de modernidad desde final de los 1940s. Este patrón global de desigualdad económica, politica, y cultural, que tuvo inicio alrededor de 500 agnos, y que en la región del Caribe luego de la independencia se convirtio en subordinación relativa al poder imperial del estado y el capital de los EE UU, lo denominamos junto con Anibal Quijano como colonialidad del poder. Debido a la tenaz permanencia de dicho patrón de poder, a pesar de todas las luchas y todos los logros de los movimientos Africanos y Afrodiasporicos, hoy todavía buscamos realizar el proyecto inacabado de la descolonización.

Otro gran hito histórico para analizar y evaluar el poder de la diáspora Afroamericana hoy dia son los movimientos negros de los 1960s-1970s. Nos atrevemos decir con certeza que la constelacion de movimientos sociales de los 1960s-1970s (feministas, ecológicos, indígenas, Afroamericanos, estudiantiles, obreros) constituyeron la mayor ola de cambio en la historia moderna, similar al tsunami actual de mobilizaciones en el Medio Oriente, Europa, Estados Unidos, America Latina y el Caribe. El movimiento negro en los Estados Unidos fue una de los pilares de aquel momento no solo de protestas sino también de propuestas vivas que todavía gozamos de sus efectos por ejemplo en la democratización de las relaciones de genero, y desmantelamiento de los regímenes de segregación racial legalizada primero en el sur de los Estados Unidos y luego en Surafrica. Especialmente en la coyuntura mundial entre finales de los 60 y principios de los 70 el movimiento negro de los EE UU elevo su liderato en la ola de cambio global y llego a tener un papel principal en abrir caminos hacia la equidad racial y la ciudadanía plena de los Afrodescendientes en varios frentes incluyendo reformas legales y legislativas como las leyes contra la dicriminacion y medidas de justicia reparativa como los programas de Accion Afirmativa. Tambien se abireron surcos en el campo de la politica electoral y esto junto al crecimiento de las capas medias de Afrodescendientes promovidas por las mejoras relativas en educación y empleo, tuvo como resultado un aumento significativo en la cantidad de legisladores, alcaldes, y comisionados negros. La eleccion como presidente de Barack Obama no hubiera sido posible sin la apertura provocada por los movimientos negros de los 60 y 70. Pero crecimiento de las capas medias y la clase politica Afroestadounidense fue acompañado por un aumento en la brecha con las clases trabajadoras y sectores socialmente marginalizados de la población negra. Esta bifurcación de clase al interior de la población Afro se profundizo con las politicas neoliberales que desde el gobierno de Reagan insisten en achicar el gasto social en areas como vivienda y educación y privatizar servicios básicos en su ofensiva contra el estado benefactor. Esto a su vez vino acompañado por una campana neoconservadora contra las politicas de equidad racial incluyendo las Acciones Afirmativas y las leyes y medidas contra la discriminación Dichas politicas son sustentadas por una ideología racial que declara el fin del racismo y la existencia de una sociedad inclusiva libre de color en los EU. Sin embargo, La persistencia de las desigualdades raciales no solo en lo económico pero también en lo político y en las experiencias de discriminación cotidiana es un hecho patente del cual dan testimonio tanto las mayorías Afrodescendientes, Latinas, Asiaticas, e Indigenas, como las estudios de las ciencias sociales. Lo que el sociólogo Bonilla-Silva llama racismo ciego al color es legitimado por el ascenso relativo a la rama ejecutiva del estado imperial de un sector neoconservador Afro cuyas figuras mas visibles son Colin Powell y Condoleza Rice. Aquí un tema clave es la relación entre el estado, la politica electoral, y los movimientos sociales Afrodiasporicos. Mi argumento es que por un lado es necesario tener representación en el estado y participar en la arena electoral, a la vez que debemos mantener movimientos sociales con autonomía y poder propio para abrir espacios no-estatales de poder, vida cultural y desarrollo económico a la vez que empujamos al estado a realizar politicas de equidad racial y justicia social.

Luego de la ola de cambio de los 60s y 70s, hubo un descenso en el activismo politico de los movimientos sociales negros en los E.U. En contraste, desde finales de los 1980 en America Latina hubo una emergencia notable de los movimientos sociales Afros e Indigenas. Caracterizamos esto como un giro hacia el Sur en el eje principal de los movimientos Afroamericanos que finalmente saca de la invisibilidad a los 150 millones de Afro-Latinos que permanecían fuera tanto de los mapas culturales y politicos de America Latina como de las representaciones Anglo-Nortenas de la Diaspora Africana. Hay una larga historia de organización de las diásporas Afrolatinoamericanas y cabe decir que en Cuba se conmemoro en el 2008 el centenario de la fundación del primer partido político explícitamente Afro en las Americas, el Partido Independiente de Color. Sin embargo, la efervescencia de movimientos sociales Afro autónomos en espacios locales y regionales que culminaron en el tejer redes nacionales y hemisféricas con capacidad de convocatoria y de influir en los escenarios de poder es un desarrollo que dio frutos a principios de los 1990s. Aquí no hay espacio para analizar los por que, pero queremos destacar tres momentos claves comenzando por la campana en 1992 contra la celebración de los 500 agnos de mal llamado descubrimiento de America la cual facilito la organizacion tanto de comunidades Indigenas como de Afrodescendientes. Ese mismo agno se organizo la Red de Mujeres Afro-Latinoamericanas y Caribenas, expresión tanto del surgimiento de una nueva ola de feminismos en la región como de la agencia de las mujeres negras en levantar la cuestión racial en el ámbito feminista y mas alla. El segundo, son los cambios constitucionales como en 1987 en Nicaragua y 1991 en Colombia, que declaran la nacion plurietnica y multicultural, y la Ley 70 de 1993 que reconoce derechos colectivos de propiedad de la tierra con autogobierno de los consejos comunitarios, representación politica y etnoeducacion a la ciudadania Afrocolombiana, siendo asi una pieza legislativa sin precedentes y aun sin paralelos que influyo en el resto de la región. Lo otro es el proceso y agenda de Durban, donde se organizaron redes transnacionales como la Alianza Estrategica Afrodescendiente, constituidas en el proceso hacia la conferencia mundial contra el Racismo en Durban, Surafrica en el 2001, la conferencia de Durban en si, y su impacto en las politicas de los gobiernos y los movimientos. America Latina ha probado ser la única región del mundo donde la mayoría de los gobiernos se declaran a favor de la agenda de Durban y el programa de Durban ha servido de plataforma a las luchas contra el racismo y por la equidad racial de los movimientos negros de la región. El proceso de Durban abrio un continente histórico para la justicia racial en America Latina. Un producto importante es la institución de oficinas y ramas estatales a favor de la equidad racial en una serie de países, cuyo ejemplo mayor es el Ministerio de Equidad Racial de Brazil que ha elevado el asunto a nivel de gabinete ejecutivo y que trabaja el tema racial como eje transversal con otros ministerios como los de educación, salud, y cultura. Como resultado del accionar de los movimientos tenemos una serie de logros incluyendo haber elegido legisladores Afro en varios países y el organizar un Parlamento Negro en las Americas que debemos revivir. Otro ejemplo significativo es el Observatorio contra la Discriminacion Racial de la Universidad de los Andes y el Proceso de Comunidades Negras en Colombia que combina legislacion y litigio legal con investigacion y educacion publica para combatir el racismo.. Pero nuestros logros no nos deben cegar a ver, analizar y combatir los graves problemas y grandes retos que aun confrontamos.

No olvidemos que el Banco Mundial aun muestra a las poblaciones Afrolatinoamericanas con los mas altos niveles de pobreza, a lo cual le podemos anadir los mas altos niveles de encarcelamiento y las tasas menores de educación superior. Este racismo estructural revelado por la tenacidad de la desigualdad socio-economica también se expresa en una experiencia cotidiana de violencia causada tanto por el deterioro del tejido social en los barrios urbanos como por la perdida de tierras de los campesinos y sobre-explotacion de los trabajadores rurales lo cual es exacerbado por las politicas neoliberales que promueven proyectos de mega-desarrollo y tratados de libre comercio. Si a esto sumamos el resto de muertes y desplazamientos forzados en situaciones de conflicto armado, completamos el cuadro de una condicion de rediasporizacion en el sentido de destierro y dispersión violenta.

Postulamos cuatro logros claves en la cultura politica y en las politicas raciales de los estados de la region. Lo primero es el reconocimiento del racismo como un problema y por ende de la necesidad de elaborar politicas raciales lo que en si representa una especie de revolucion cultural en una region donde historicamente se ha negado el racismo, atribuyendolo solo a los Estados Unidos y afirmando que existe una supuesta democracia racial en America Latina. El segundo punto, derivado del primero, es que se han establecido oficinas y programas que explicitamente atienden las poblaciones Afro y la cuestion racial en gran cantidad de los paises de la region. Dichas gestiones gubernamentales son en gran parte resultado de los esfuerzos de los movimientos y comunidades Afro, la mayoria de ellas no tiene casi poder ni presupuesto, y con la excepcion del Ministerios de Equidad Racial en Brasil no tienen mucho rango institucional. La tercera area es la representacion politica y aqui un hecho importante es que con sus altas y bajas, y con mas valor simbolico que legislativo, existe un parlamento negro de las Americas, que en realidad es de America Latina, y que su existencia misma testifica que se eleva el numero de politicos electos y oficiales de alto nivel que se identifican como Afrodescendientes y a favor de politicas etnico-raciales. La cuarta area, que revela claramente el nexo entre los movimientos y los estados, es lo que caracterizamos como un cambio en la cultura politica hacia un reconocimiento mayor de las historias, culturas, e identidades Afro tanto en sus dimensiones propias como en sus contribuciones a cada pais y a la region en su conjunto. Aun estamos por evaluar precisamente hasta que punto estas cuatro areas de cambio han afectado las condiciones de vida de la gente Afro, pero lo que si esta claro es la situacion de discriminacion racial, desvalorizacion cultural, seria desigualdad social, y falta de poder politico, de las masas Afrodescendientes de la region que aun aparecen con los mayores indices de desigualdad en los indicadores oficiales. Cualquier analisis y debate de la permanencia de dichas condiciones debe indagar en las causas de fondo lo que implica investigar tanto los determinantes sistemicos y estructurales como los limites y posibilidades de las politicas gubermantales en el contexto del capitalismo global neoliberal y su crisis.

El hecho mismo de que las Naciones Unidas proclamaran el 2011 como agno internacional de los Afrodescendientes fue un producto de la agenda de Durban y resultado del accionar de los Afrolatinoamericanos como un primer paso hacia el decenio y luego el Foro Permanente en la ONU. Tocando ese tambor en clave Afrodescendiente, el 2011 ha sido ocasión para instalar mas fundamentalmente las politicas anti-racistas y por la equidad racial tanto en las culturas de la nueva ola de movimientos antisistemicos como en los proyectos de gobierno de corte progresista en America Latina y el Caribe. Destacamos la secuencia de dos conferencias a proposito de agno internacional de los Afrodescendientes en el mes de junio, primero en Cuba y luego en Venezuela, donde discutimos tanto los retos dados por la continuidad del racismo en procesos de construccion de socialismo, como la importancia de las politicas de equidad racial para la realizacion de un proyecto global de descolonizacion y liberacion. En ambas hubo una interlocucion productiva de activistas, intelectuales, y dirigentes gubernamentales, y un dialogo critico donde se indago sobre las formas de racismo y las politicas para combatirlo, y de la necesidad de promover la equidad racial como pilares de las politicas y proyectos de descolonialidad y liberacion en esta coyuntura de crisis en la region y en el mundo. Se hizo claro que el debate en Cuba esta vivo y que como planteo Fernando Martinez Heredia en su intervencion inagural “la profundizacion del socialismo en Cuba es necesariamente anti-racista”. En Venezuela tejimos una red de movimientos negros en America Latina que denominamos Articulacion Regional Afrodescendiente, aprobamos una declaracion que aboga por un Fondo y Junta Consultiva Afrodescendiente dentro del ALBA y en el Consejo de Estados de America Latina y el Caribe (CELAC), por priorizar la solidaridad con Haiti y con el continente Africano, en el espiritu general de resaltar la politica anti-racista y por la equidad racial en las nuevas agendas de emancipacion e integracion regional.

En este sentido entendemos la integración como un quehacer de articular la diáspora de reunir sus multiples fragmentos a partir y en aras de un proyecto de descolonización en el sentido amplio de descolonizar la memoria, el imaginario, la educación, la economia y la cultura, lo que significa reinventar la nación y redefinir el estado, es decir para la construcción de una democracia sustantiva y una sociedad equitativa. Estos son los principios ético-politicos que sugiero y que son fruto de un largo proceso de agencia histórica y apoderamiento de las personas y los movimientos de Africa y su diáspora.

En vista tanto de los logros como de las limitaciones, concluire enumerando lo que entiendo son seis de los retos y contradicciones mayores de hoy dia, seguidos por cinco de las areas y propuestas principales de trabajo para la agenda Afrodescendiente que hemos de definir colectivamente. Presento estos con una vision critica en el buen sentido de ver contradicciones, limitaciones, y posibilidades, de identificar tanto obstáculos como vías de transformación. Los cinco retos son los siguientes:

1. En vista de la crisis multiple de la civilizacion occidental capitalista (alimentaria, economica, ecologica, political, cultural, etica, epistemica) que efectivamente ha dado un golpe de gracia al modelo neoliberal de globalización, con las implicaciones en términos de desempleo masivo, presiones fiscales a los estados acompañados por disminución del salario social y aumentos en las desigualdades sociales; en este momento critico de transición en el orden global, cuales son los proyectos de cambio histórico y los paradigmas de desarrollo que hemos de disenar y realizar?

2. La cuestión de los paradigmas de desarrollo también se relaciona a los proyectos de vida o “buen vivir”, que en lenguaje surafricano denominamos “Ubuntu” y en Aymara “Suma Kawsa”, en vista de una crisis ecológica ejemplificada en el calentamiento global que pone en peligro la estabilidad del planeta, y de la crisis agrícola que apunta hacia el aumento del hambre. Aquí dos temas claves son las economías étnicas y populares de armonía ecológica y la soberanía alimenticia, ambos pilares del etnodesarrollo Afrodescendiente e Indigena. En este ambito la pregunta es, cual es nuestra politica ecologica? Esto esta directamente relacionado con la perdida creciente y violenta de nuestros territorios ancestrales que amenaza el tejido de vida de muchas de nuestras comunidades.

3. El tercer reto es en relación a la escalada de un entramado de formas de violencia (domestica, social, politica, militar) a todo nivel desde los barrios urbanos Nuestra Afroamerica hasta guerras y genocidios masivos como en Darfur y Rwanda, que también constituyen el racismo estructural en las personas que DuBois llamo “las razas obscuras del mundo” y que Fanon denomino como “los condenados de la tierra” son los que sufren mas sus consecuencias.

4. Todo esto se relaciona a la persistencia del Racismo en sus tres dimensiones: estructural, institucional, cotidiano a la vez prima la ideología de su negación (el llamado racismo ciego al color), y por eso la necesidad de visibilizar (por eso asumimos la visibilizacion en los censos como terreno de lucha politica) y combatir las reconfiguracion del racismo en la era del neoliberalismo y sus crisis.

5. Dichas reconfiguraciones han implicado una relacion estrecha entra racismo y xenofobia donde los nuevos racismos se ejecutan cada vez mas contra los migrantes en el contexto de la emergencia de nuevas diasporas del continente Africano a varios lugares de las Americas como los Estados Unidos y Argentina, y de migraciones regionales de Afrodescendientes a traves de America Latina como Afrocolombianos en Chile. Estos procesos de rediasporizacion requieres politicas anti-racistas de derechos de migrantes.

6. Esto a su vez apunta a una contradicción importante en el poder y la fuerza de la diáspora donde por un lado tenemos mayor representación politica en los estados y mayor reconocimiento relativo de nuestra identidad y cultura, a la vez que se profundiza la marginalidad económica, el desplazamiento, y la violencia en la experiencia de vida de las mayorías Afrodescendientes. Como combinar reconocimiento cultural con enpoderamiento politico y bienestar economico? Como combinar politicas sociales a corto plazo (en areas basicas como salud, educacion y empleo) con politicas de transformacion historica y justica social de carácter profundo y permanente?

Ahora quiero señalar seis principios y areas de trabajo para nuestra agenda colectiva:

1. El primer principio es que hay una relación fundamental entre la equidad racial y la democracia sustantiva. En contraste a democracia en el sentido meramente formal (es decir solo como una cuestión de discurso y procedimiento), la democracia sustantiva implica identificar las desigualdades sociales y sus raizes, elaborar políticas publicas a favor de la equidad, y facilitar el proceso de apoderamiento de los sujetos y sectores subalternizados y excluidos. Esto supone una correspondencia entre la democracia economica, cultural, racial, sexual y politica, y en politicas publicas implica una coordinacion entre las politicas económicas, culturales, raciales, y educativas.

2. Esto me lleva al segundo punto que es en relación al area de las politicas culturales. Es interesante observar que hasta hace poco tuvimos tres ministros de cultura Afrodescendientes en la America Latina (Paula Moreno en Colombia, Gilberto Gil en Brazil, y Antonio Preciado en Ecuador) y ahora tenemos a Susana Baca en el Peru. Los mas escépticos dirían que son ministerios menores sin mucho poder y presupuesto pero el asumir la cultura como recurso (para usar la expresión de George Yudice) para el desarrollo económico, para la redefinición del espacio nacional como un escenario inter-cultural, para la democratización de la ciudadanía misma y de todas la instituciones en aras de una verdadera democracia intercultural donde la identidad este basada en la diferencia es un pilar fundamental de cualquier horizonte de justicia social y democracia sustantiva. Aquí una tarea prioritaria es dilucidar y negociar la relación entre las politicas culturales de las comunidades y movimientos sociales con las de los estados.

3. La tercera area es la educacion propiamente dicha. Aquí un reto mayor es la defensa de la educacion publica contra los impuslos de privatizacion que son pilares del paradigma neoliberal lo que ha sido y sigue diendo un pilar de la educacion como campo de contiendas politicas. Esto sirve de entorno a la politica educativa en su conjunto y particularmente a los Estudios Afrodiasporicos en sus dos variantes generales, por un lado la educacion propia de las comunidades sostenidad por un vibrante movimiento social de etnoeducadores afrodescendientes y sus aliados; y por otro lado por esfuerzos de transformar el sistema educativo desde la primaria hasta la educacion superior para concebir e implementar reformas educativas que combatan el racismo a la vez que transformen los curriculos y las pedagogias reconociendo los valores y las contribuciones pasadas y presentes de Africa y su Diaspora en una suerte de descolonizacion de la memoria, la identidad, y la educacion. En cuanto a la educacion superior esto implica una reforma educativa profunda que ademas de las acciones afirmativas para abrir las instituciones universitarias para incluir y retener estudiantes, docentes e investigadores Afrodescendientes, se elaboren politicas educativas para transformar los curriculos de tal modo que se incluyan las memorias, historias, expresiones culturales Afro no solo a traves de programas de Estudios Negros, Afrodiasporicos yAfricanos, sino tambien transformando las perpectivas epistemicas y pedagogicas eurocentricas y occidentalistas y las practicas racistas a traves de todo los tejidos instucionales.

4. La cuarta area que propongo para la discusión es en relación a los paradigmas de desarrollo, tema que ya mencione pero que quiero recalcar que hay cosmovisiones y practicas de desarrollo en nuestras comunidades que han sido conceptualizadas y convertidas en paradigmas explicitos de etnodesarrollo autosostenible, ecológicamente armonico, y basado en nuestras formas de convivencia, resdistribucion, y autogobierno. En este momento de crisis se abren posibilidades de cambio que realzan la importancia y viabilidad de dichas practicas y propuestas de desarrollo.

5. El quinto punto es la necesidad de combinar politicas universales como el derecho a un salario justo y a la educación publica con politicas etnico-raciales como las Afroreparaciones y Acciones Afirmativas. Existe un falso debate entre las políticas de igualdad universal y las políticas de reconocimiento de la diferencia étnico-racial y cultural. Pero por un lado la equidad étnico-racial requiere de políticas sociales y económicas a favor de la distribución de bienes y recursos, y por otro lado la realización de los ideales democráticos de igualdad y ciudadanía plena requieren del reconocimiento, la valorización y el apoderamiento de las diferencias excluidas.

6. La sexta area es el frente legal y político. Es fundamental el reflexionar sobre los avanzes y limitaciones de los cambios legislativos. Como efectuar la democracia inter-cultural que se declara constitucionalmente en muchos paises? Como realizar y extender el programa de Durban contra el racismo? Como defender los logros, realizar el potencial, y extender la cobertura en politicas y legislaciones contra el racismo y a favor de la equidad racial en vista de la continuidad en la opresion racial y la rediasporizacion? Sugiero que todo esto supone una estrategia multifacética de apoderamiento colectivo donde por un lado se promuevan los niveles de organización y autonomía de los movimientos negros y la comunidades Afrodescendientes, y por otro lado aumenten las influencias y la formas de representación en los estados. Es decir, un camino de la visibilidad al apoderamiento y de la representación al poder colectivo. Eso requiere combinar una pluralidad de ambitos de accion politica desde lo transnacional donde nos une el abogar por la declaracion de Decenio y el Foro Permanente para los Afrodescendientes en la Organización de Naciones Unidas, hasta escenarios de region y pais, y arenas locales.

Termino esta presentacion argumentando que la mayor fuerza de la diáspora radica en el apoderamiento, es decir en asumir el poder propio y construir nuevas formas de poder colectivo. A la luz de las luchas pasadas y presentes de los pueblos Afrodescendientes, necesitamos formular respuestas claras a preguntas claves: cual ha de ser el papel de los afrodescendientes y sus reclamos en la nueva politica de descolonizacion y liberacion?; como nuestras reivindicaciones se inscriben dentro de proyectos a favor de la democratizacion de la democracia en una serie de esferas de justicia (social, economica, politica, cultural, cognitiva, sexual y de genero)?; como combinar los logros obtenidos en la emergencia de una efera de politica racial afrodescendiente y los espacios que hemos abierto tanto a nivel estatal como en organizaciones transnacionales, con estrategias de organización de base y reclamos que informen reformas radicales que muevan la agenda colectiva en aras de una sociedad mas justa y equitativa desde niveles locales hasta globales. Estas interrogantes levantan la cuestion de la capacidad de los movimientos Afroamericanos de proponer y construir respuestas reales a la crisis profunda y polivalente (economica, ecologica, epistemica, etica, politica, cultural, en fin civilizacional) que confronta el mundo. Como cultivar horizontes de futuro y como construir espacios culturales y practicas politicas que sean portadoras a la vez que desarrollen creativamente la tradicion libertaria de la politica afrodescendiente? Estos retos son tanto para los movimientos como para los gobiernos. Para concluir ofreciendo una respuesta general a esta pregunta quiero reiterar el argumento de que una de las tareas principales para los movimientos afroamericanos es reinventar y reconstituir la tradición de larga duracion de los movimientos negros como abanderados de una radicalización de la democracia para continuar construyendo la diáspora africana como una fuerza transformadora para futuros alternativos, como una fuente mayor de esperanza a favor de la vida y la felicidad para convertir todo el planeta en un gran Quilombo, Cumbe o Palenque de esperanza, justicia y libertad!!!Ashe!!!!!

Agustin Lao-Montes, PhD

Associate Professor, Sociology

Center for Latin American, Caribbean, and Latino Studies

Afro-American Studies

University of Massachusetts at Amherst

514 Thompson Hall

Amherst, MA 01002 tel (413) 219-6043

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