Origem: Stanford.edu
La cultura garífuna es una híbrida de tradiciones arawak, africanas, y europeas. Se ven rastros de su herencia africana en sus danzas de punta y Wanaragua, sus tambores sagrados, fábulas Anancy, culto al antepasado, comidas de banano y otras prácticas. Mucha gente garífuna orgullosamente sostiene sus raíces africanas y prefieren ser llamados “garinagu,” el nombre africanizado para garífuna. Y la bandera de tres colores, que representa la Nación Garífuna, incluye negro como un símbolo de África. El modo de vida garífuna también proviene de sus antepasados amerindios. Este legado es evidente en su cultivo de casava, su preparación de casabe, su pasión por la pesca y el mar, su división de labores, sus velorios, su uso de maracas en danzas festivas, y su fé en el buyei como curadero o consejero. La lengua garífuna pertenece a la familia arawak, aunque se han prestado palabras de Bantu Africano Occidental, español, miskito, inglés, y francés.
Después de más de tres cientos años de contacto con colonizadores franceses, españoles, e ingleses, los garinagu han apropriado muchos elementos de la cultura europea. Incluyen mobilarios europeos, prácticas de comida, vestido, foklor, y más importante, el catolicismo.
Muchos escolares creen que la cultura garífuna es el resultado de su lucha histórica para la autopreservación. Para sobrevivir, los garinagu formaban alianzas con poderes europeos o mezclaban con gente indígena como los caribes isleños. Los garinagu entonces adoptaron las tradiciones afroamericanas y europeas para formar un modo de vida distinta.
Se dice en Garinagu Future que “Tal vez los garinagu han podido mantener su identidad étnica precisamente porque han podido cambiar sus modelos culturales como necesario. Los han cambiado con gusto, rapidez y ya insistiendo que sobre todo, lo nuevo es verdadamente garífuna. En otras palabras, sus costumbres adoptadas se hacen suyas, y así de mucho valor para ellos.” Eso plantea la pregunta, ¿qué es la cultura? ¿Por qué es única? ¿Es estática o puede evolucionar?
Más que otro tiempo en la historia, muchos garinagu luchan con estas preguntas difíciles hoy. Se encuentran dispersados por el globo – desde Londrés hasta Nueva York. Muchos niños garífunas ahora hablan inglés en vez de su lengua nativa. Otros han popularizado la música punta, estrenando “punta rock” en clubs en Los Angeles y otras ciudades norteamericanas.
Pero si los vivos abandonan sus responsabilidades sociales y desamparan a sus antepasados, los espíritus garífunas (gubidas) pueden visitarles en sus sueños y pedir comida, bebidas o un baño ritual. A veces se enferma un familiar y los parientes tienen la obligación de hacer una ceremonia sagrada (dugü) para expiar su mala conducta y apaciguar los espíritus molestos. De todas partes del mundo, los garinagu vienen de vuelta a sus comunidades centroamericanas para este rito – lo que cuesta miles de dólares para realizar (vea la película, “El espíritu de mi madre: el viaje de una mujer garífuna a Honduras.” Refiérase al clip del dugü, “Sonia y su tío.” )
Si la comunidad entera no se presenta, los espíritus gubidas pueden desaprobar la desunión y posiblemente no se cura el enfermo. Así, los antepasados garífunas pueden ser el vínculo que une una gente migratoria y fortalece su cohesión cultural. ¡Haga su propia opinión! Visite los links a la derecha y escuche a los garinagu hablar de los cambios en sus prácticas y valores culturales. Conozca sus esfuerzos por mantener sus tradiciones.
Fonte: http://www.stanford.edu/group/arts/honduras/discovery_sp/history/culthist.html